JUAN BOSCAN
Poeta español, de familia ilustre, nacido en Barcelona y fallecido en Perpiñán (Francia), que debe su fama a haber sido uno de los introductores de los metros poéticos italianos, principalmente del soneto, aunque sin alcanzar el nivel estético de su amigo Garcilaso de la Vega. A él se debe la traducción de El cortesano de Baldassare Castiglione. Caballero ilustre y de una sólida formación humanista, se ocupó de la difusión de Diego Hurtado de Mendoza y Ausiàs March entre otros escritores. En 1536, año de la muerte de Garcilaso, comenzó una edición conjunta de sus versos y de los de su amigo. La viuda de Boscán se encargó, en 1543, de dar estos versos a la imprenta, que aparecieron con el título Las obras de Boscán con algunas de Garcilaso de la Vega, publicadas en Barcelona. Tuvieron mayor resonancia los poemas de Garcilaso que los de Boscán. El siguiente villancico, compuesto por dos estrofas (la primera con dos versos octosílabos y un tetrasílabo intercalado; la segunda con seis octosílabos y un tetrasílabo), explora el tópico literario de la mirada amorosa, recurriendo a distintas inflexiones de los verbos 'mirar', 'ser', 'perder', 'ver', con predominio del pretérito imperfecto de subjuntivo que, por otra parte, sirve como ingrediente de las rimas externas e internas, junto con los participios en 'ado' e 'ido': ?Si no os hubiera mirado,/no penara,/pero tampoco os mirara.// Veros harto mal ha sido,/mas no veros peor fuera;/no quedara tan perdido,/pero mucho más perdiera./¿Qué viera aquél que no os viera?/¿Cuál quedara,/señora, si no os mirara??. Debe observarse también la frecuencia del fonema consonántico 'r' y su efecto aliterativo. © M.E.