#1 Crudeza y poesía de la premio Nobel de literatura Pearl Comfort Sydenstricker Buck a lo largo de trescientas maravillosas páginas que pulsan las fibras más sensibles del lector a través de la empatía. La confrontación entre el cielo y la tierra, el norte y el sur, el campo y lo urbano, la ingenuidad de la buena fe y la violencia de la conquista bélica. Como en todos sus demás libros esta mujer graba imágenes imborrables en la mente de sus lectores. Bravo.

#1 Divertidísimo análisis autobiográfico del gran Ernest Hemingway de lo que Gertrud Stein llamó "la generación perdida", porque a su juicio erróneo "Scott y Ernest son unos perdidos". Maravillosas las referencias literarias (que se intuye utilizó Cortázar más tarde en la escritura de Rayuela) de un París encantador y asesino. Scott Fitzgerald, Ezra Pound, James Joyce y un sinfín de genios impresionistas desfilan por el libro. Imprescindible.

#4 De acuerdo con Hemingway: un libro mediocre y demasiado largo en el que solo la narración de la batalla de Waterloo roza las habituales dimensiones que alcanza la prosa maestra de Tolstoi.

#1 Los relatos imaginativos, dimensionados y divertidísimos del libro Ciberiada, del físico y escritor Stanislaw Lem, autor de obras maestras como Solaris, Congreso de Futurología, La voz de su amo, Edén o Fiasco, son obras que perduran en lo inconsciente colectivo con el paso de las generaciones. Dos constructores universales, Trurl y Clapaucio, viajan por el universo resolviendo cuitas filosóficas, mejorando la imagen pública de un dictador ante sus súbditos descontentos o, llanamente, aplicando el método científico a cuantas realidades se les presentan en el multiverso con peculiares resultados. Hazte un favor a ti mismo/a y lee a Lem, cambiará tu vida.

#2 Totalmente de acuerdo. Este señor vive de sus numerosos contactos y del poder de grupos editoriales con ideologías marcadísimas. El que pone tanto empeño en ser diferente en la vida real como él poco puede aportar literariamente. El peor de los tres suyos que he leído, pero le dan el premio cuando hay escritores jóvenes mil veces mejores que él (Isaac Rosa) pasando las de Caín.