En este libro se recogen algunas letras de canciones que el autor compuso en los años setenta, cuando la juventud era una flecha disparada al corazón de la vida. Cuando cada amanecer presagiaba una nueva aventura y cada noche nacía una nueva luz enmarcada sobre un techo de estrellas.
Nosotros, los románticos, pedimos lo que damos, nos gusta que nos dejen con nuestros aires lánguidos; ya quedan pocos seres de esta clase, tan raros, que sigan conmoviéndose con el canto de un pájaro. Nosotros, los románticos, somos algo enigmáticos, indolentes a veces y otras exaltados, perdedores, ambiguos, sentimentales, cálidos, qué será de ...